Entendiendo la INCERTIDUMBRE




Si algo esta claro en Venezuela, es la casi irremediable tendencia a vivir  bajo el dominio de la incertidumbre. Esto pasa a formar parte de nuestro día a día e incluso nos ha transformado en nuestras formas no solo de tomar decisiones sino de asumir las coyunturas.

Si alguien nos preguntará hoy que va a pasar con las elecciones presidenciales que están planteadas para este año, las respuestas serian escuetas y cargada de más interrogantes que certezas porque para el momento de escribir este articulo, todavía no se tiene claridad sobre un cronograma electoral y ni la fecha de la elección presidencial. 

No somos como El Salvador que hizo su elección en febrero pasado, ni tampoco somos como Panamá, República Dominicana, México, Uruguay o Estados Unidos  que desde hace meses tienen su programación y fechas para realizar elecciones, como todo un calendario de actividades dispuesto para ello. 

Lo mismo pasa con el tema económico, frente a la enorme desinformación y opacidad en cuanto a las cifras y estadísticas económicas del país, los elementos que tienen para tomar decisiones los actores empresariales, comerciales o financieros del país son  escasos o casi inexistentes. Los proyectos de inversión, las políticas de expansión, firmar un contrato o incluso establecer marcos para ofrecer un servicio, dependen casi que exclusivamente de las proyecciones posibles que ofrecen los analistas económicos, las información que se pueda obtener de la relación con actores dentro del poder o simplemente mediante una especie de apuesta de fe de que todo va a salir bien. 

Este es un país petrolero donde no se conoce la cifra exacta de la producción, un país donde las cifras macroeconómicas son escasas y cuando se publican son poco detalladas. Esto hace que la posibilidad de crear una programación y proyección sea extremadamente difícil.

Lo mismo con el aspecto fiscal, cuantos impuestos o modificación de tasas están previstos, en que espacio se discuten estos temas para integrar visiones o generar consensos entre los sectores. Un día aparece un nuevo impuesto para el servicio de delivery, al otro día se cae,  extienden de golpe la declaración de impuesto sobre la renta, no eliminan el IGTF y se habla de un aumento del porcentaje. Ni hablar de los municipios donde de cuando en cuando aparecen las revisiones y controles tributarios, donde se suben, bajan, crean y modifican impuestos, mientras que queda al margen todo el andamiaje productivo y de emprendedores.

Cierro esta cadena de incertidumbres con todo el tema social que implican las enormes fallas de los servicios públicos del país, los ciudadanos viven a merced de la contingencia en casi todo, nadie conoce el esquema de racionamiento del agua en su sector, se vive de forma expectante el próximo corte de luz que llega casi de forma diaria en muchas regiones del país  y nadie tiene idea de cuanto puede durar, cuanto va a costar y si va a permitir que se siga la jornada de trabajo de ese día, lo mismo sucede con la inestabilidad de las comunicaciones o la conexión al internet, los ciudadanos viven en una especie de espera tensa al saber que todo lo que se programa para un día puede terminar quedando en la nada ante las fallas de los principales servicios públicos.

La incertidumbre esta presente en casi todos los aspectos de la vida nacional y esto crea un país en contingencia que redobla su esfuerzo para poder aparentar una normalidad en medio de la anomalía estructural.

Frente a esta dura realidad ¿Qué se puede hacer? 

  1. Trabaja sobre lo que tengas control: muchas de las cosas que suceden en el país se nos escapan de las manos y no dependen de nosotros. La idea básica es poner en primer lugar y atención aquellos asuntos que si dependen de nosotros. En el campo político se trata de buscar organizarse y llevar el mensaje a todos los rincones posibles, construir una estructura electoral y de comunicación, tener todo a punto para cuando finalmente publiquen un cronograma y fecha de elección; en el sector comercial y productivo crear protocolos de contingencia ante los cambios fiscales que permitan mantener las actividades incluso en ambientes muy adverso y no consideramos, de igual crear tus propias estadísticas de funcionamiento y desempeño que te den pequeñas luces en medio de la opacidad; y en el campo social busca crear redes de apoyo en la comunidad que permitan no solo llevar con menor peso las fallas de los servicios, sino también, promover solidaridad y cooperación que permitan suplir las fallas en los hogares.
  2. Crea un espacio de certidumbre: desde generar una metas personales especificas que puedas ir midiendo su desempeño y logros, pasando por la conformación de estadísticas y comportamientos de las ventas que permitan una mínima proyección, de los horarios y días en los cuales se dan en mayor medida las fallas de luz o agua. Crea condiciones por medio la observación personal o de tu grupo que te permitan establecer grados de control y control en los procesos.
  3. Genera Fondos de Reserva: los mismos que te van a permitir mantener la actividad en medio de la escasez o ausencia de servicios, incrementos fiscales o retardo de los procesos políticos o gubernamentales. Es tener el por si acaso que te permita afrontar una situación no prevista y evite el cierre, el colapso o la parálisis
Estas son algunas guías que pueden ser de utilidad en ambientes como el que padece Venezuela, donde la contingencia es sinónimo de normalidad.

Pero siempre es muy importante reconocer que en medio de esta anomalía de funcionamiento y de la enorme incertidumbre, promover esquemas productivos estables, generar condiciones sociales de progreso y alentar el fortalecimiento de las instituciones democráticas es una tarea titánica y que requiere de muchísima resiliencia personal, grupal y social.