Estamos viendo un nuevo capitulo en la lucha por el control de las estructuras económicas y políticas que todavía quedan de pie en el país. La época de la escasez de todo se mantiene y es muy difícil tener capacidad para saciar las necesidades de todos al mismo tiempo, alguien tiene que caer, alguien tiene que salir porque se reduce la capacidad de reparto.
Este es un enfrentamiento
plagado de silencio, donde la expresión es muda pero deja que la intriga y el
rumor tomen por asalto los espacios, aquí lo importante es bailar el vals a la
conciencia del que ostenta el poder, es tener la habilidad para hacer daño sin
ni siquiera percatarse.
En estas luchas
son apenas imperceptibles los disparos, las municiones que se lanzan para
avanzar en el territorio solo retumban en las conciencias y en los desvelos de
quienes juegan la partida. En esta lucha no hay maleducados, nadie es descortés
o incomodo, para que lanzar frases destempladas si la sonrisa fingida puede ser
la mejor estrategia, en esta lucha todo se gesta en medio de la completa
ficción que sirve la camaradería.
La corrupción vuelve
a ser el móvil, el pretexto necesario para provocar el derrocamiento, al final
ni los dineros de antes ni los dineros de ahora volverán, solo es discurso que
sirve para levantar los muros para repeler cualquier contrataque, es el
discurso que tiene buen resguardo en quienes lejos de esta pelea todavía creen
en la justicia y el correcto proceder, es para el militante raso, para el
ciudadano en descuido, para esa persona que solo puede tener la versión del
titular.
Aquí no hay víctimas,
porque pretender serlo es reconocer el descuido y la falla en la confrontación,
nadie llora al que cae porque muchos quieren estar en ese vacío que deja, menos
se tiene el tiempo para la reflexión cuando lo importante es recomponer el
orden, limpiar lo que pueda quedar sucio y continuar con la ronda, continuar
con la vida en la corte.
Es un nuevo capitulo
de un poder es capaz de tragarse a sus creadores, que suele presentar la mejor
cara de la inhumanidad, donde el juego no versa sobre la gente y sus
necesidades, sino sobre los grupos y sus aspiraciones.
Y si, no es un
tema de quienes gobiernen, este juego macabro y atractivo se aprecia en todos los sectores de la vida, en todos
los grupos de poder, en todos los tableros de
mundo, solo que hoy nos tocó ver otra trama dentro de la nomenclatura. Mañana
la vida continua y nuestras historias seguirán buscando solución, mientras el
ritmo de estas jornadas de guerra toma un nuevo actor y rumbo.
Angel Medina
Devis