Artículo semanal: ES PASANDO TRABAJO


 

ES PASANDO TRABAJO

Todos los días se levanta un país a tratar de sobrevivir, todos los días hombres y mujeres en toda la nación buscan formas cada vez más creativas para poder llevar el pan a su casa, para poder brindarle un mínimo de condiciones a su familia. 

A pesar de las fallas recurrentes y casi normalizadas de los servicios públicos, viviendo en una permanente escasez de gasolina, sorteando las maromas en que se han convertido los medios de pago en el país, sin señal para las comunicaciones y conviviendo en muchos espacios con la violencia organizada, a pesar de todas estas condiciones que para cualquier ser humano en otra nación significarían sucumbir en el peor de los estados de contradicción, los venezolanos siguen trabajando y siguen construyendo resiliencia diaria para enfrentar la realidad, sobreponerla y generar recursos en el camino.

Trabajar en Venezuela se ha convertido en una pasadera de trabajo, desde el empleado público que quedo olvidado en todo sentido y dejado a sus suerte con la nueva noticia de que tendrá un sueldo de hambre y miseria que si acaso llega a los 4 dólares mensuales, pasando por el empleado del sector privado que si bien tiene salarios más adaptados a la realidad la catástrofe económica que vive la nación aniquila cualquier posibilidad de dignidad y progreso, hasta llegar a los trabajadores por cuenta propia (que hoy son la mayoría) que salen a la calle a buscar el sustento, a inventárselas todas para poder tener ingresos, a torcerle el brazo a la hiperinflación y ser además emprendedor con esperanza.

Trabajar en Venezuela es hoy el intento más acabado para no sucumbir, para poder finalizar cada día con la oportunidad de tener que comer, trabajar dejo de ser para la gran mayoría de las familias venezolanas que viven en la pobreza un evento de construcción o de progreso, una oportunidad para crecer, lamentablemente hoy es la forma de sobrevivir y buscar los pocos dólares que le permitan olvidar el destruido bolívar, de conquistar lo necesario para tener algo en el plato que a veces solo llega a una oportunidad diaria. 

Trabajar en nuestro país es ser experto en las finanzas para evadir la devaluación diaria, experto en contabilidad para descontar todas las alcabalas en el ejercicio de la vida, fenómeno en proyección para poder calcular el costo de reposición al final de mes, como un experto en clarividencia para leer la mente de quienes lamentablemente gobiernan y saber si la semana que viene te dejarán salir o no a la calle, trabajar en todos los sentidos es uno de los actos más heroicos de la vida cotidiana de este país.

En medio de esta tragedia, más que celebrar el día del trabajador, hoy debemos unir todos los esfuerzos para volver a darle sentido al trabajo como un hecho liberador, de crecimiento, de grandeza, de construcción, de trascendencia y fortalecimiento de la sociedad, no es nada fácil, pero debemos empezar y abandonar esta pasadera de trabajo.